Mojos habrá tantos como casas canarias, fuera y dentro de las islas, así que esta es la receta de mi familia, la de mi madre, la de mi abuela y del que quiera de ustedes.
Las pimientas quemonas o piconas, a pesar que estemos en la tierra de los mojos no son tan fáciles de conseguir en la ciudad,(en ocasiones no pican y otras están endiabladas) .Yo me abastezco en el verano haciendo trueque con los vecinos de mi pueblo a cambio de una vieja o pejerrey recién pescado y ambos salimos ganando.

Para este mojo rojo primero pongo tres pimientas quemonas secas en remojo en agua hirviendo, que retiro del fuego, y las dejo al menos una hora para que se hidraten, haciéndoles un corte para que no floten. Les quito las semillas, y si son muy picantes, también le saco alguna de las venas blancas. Por otro lado escaldo tres tomates maduros medio minuto en agua hirviendo, le hago un corte en el ecuador para pelarlos más fácilmente. Cuando se enfrían les quito la piel, las semillas y los coloco en el vaso de la batidora junto con las pimientas troceadas, dos cucharaditas de comino molido, una cucharadita de sal gorda, dos o tres cucharaditas de pimentón dulce (o mezclardo con pimentón picante), dos o tres ajos, y un chorro de agua. Lo trituro con la batidora, aunque la tradición mande usar el mortero. Siempre quedan trozos menudos de pimienta sin moler, pero así queda mejor. Ya revolviendo a mano, para que el mojo siga rojo, y no se torne naranja , le añado el vinagre y el aceite según paladar. Y listo para mojar.