En un picoteo canario no pueden faltar las carajacas. Generalmente con hígado de vaca o ternera, pero también quedan bien con el de cerdo. Hay quien lo corta en filetes, una vez limpios de la membrana, pero yo compró un filete grueso para poder cortarlo en tacos. En un recipiente pongo el hígado troceado y le añado seis ajos majados en mortero con la sal. También le pongo una hoja de laurel, pimienta negra, un poco o toda guindilla, según para quien cocine, un vasito de vino blanco, un chorro de vinagre y otro de aceite de oliva, orégano, tomillo fresco, una cucharada de pimentón.
Después de mezclar todos los ingredientes hay que dejarlo macerar unas horas en la nevera.
No queda más que freírlas en poco aceite vuelta y vuelta para que queden tiernas y servir al momento.
En otras recetas se introduce el hígado ya frito un par de minutos en el mojo de macerar hirviendo.
