Empieza el verano y la casa de los abuelos comienza a llenarse de nietos y nietas invadiendo la despensa. Así que ha habido que improvisar un arroz con lo que había por casa para los chiquillos.
Así que hoy mi madre Paquí es la autora del plato. En la paellera colocamos un chorro aceite de oliva y el pollo troceado para dorarlo. Salamos y retiramos los trozos a los lados de la paellera y añadimos cebolla picada fina y sofreimos. Introducimos el pimiento, que en este caso dejamos en tiras en vez de picado, el ajo y por último tomate natural triturado. Por último añadimos unos langostinos pequeños que rondaban por el congelador. Cuando el refrito esta listo añadimos el caldo. La proporción de líquido es de 3 partes por una de arroz. En este caso, como no había suficiente caldo , completamos la medida con agua. Probamos de sal, y ponemos pimentón dulce, colorante alimentario y azafrán. Cuando el caldo vuelve a hervir añadimos el arroz. Veinte minutos vigilando el fuego y listo.